2. La dependencia del gas como factor inflacionario
Para responder con rapidez a las caídas de tensión, el sistema eléctrico recurre a quemar más gas natural en las centrales de ciclo combinado. Esto nos ata a un mercado global inestable, expuesto a conflictos internacionales y a precios muy variables. España depende del exterior para cerca del 75 % de su energía e importa prácticamente todo el gas que consume de países como Argelia, Estados Unidos y Rusia.
Mientras que las energías renovables se producen dentro del país, la dependencia del gas importado hace que su precio sea mucho más caro y volátil. Esta situación ha sido uno de los principales factores del aumento del precio de la luz en España, ya que el alto coste del gas ha marcado el precio final de toda la electricidad durante largos periodos.
Por ejemplo, en agosto de 2025 la factura eléctrica de los hogares españoles se incrementó un 14,7 % respecto al mismo mes del año anterior, según los últimos datos publicados. Cada fallo en la red evidencia la urgencia de apostar por una energía limpia, local y gestionada de forma inteligente.