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Estudio GratisUsar la energía eficientemente es importante para ahorrar en nuestra factura de la luz y cuidar nuestro medioambiente. Cuando nos preguntamos cómo ahorrar energía, pensamos en cambiar a bombillas led, comprar electrodomésticos de alta eficiencia o mejorar el aislamiento. Estos cambios son importantes, pero también hay que tener en cuenta el gran impacto que tienen nuestras acciones cotidianas.
Se pueden construir dos casas idénticas, una al lado de la otra, con los mismos niveles de aislamiento, las mismas ventanas, los mismos electrodomésticos, etc., y las facturas de luz de esas casas pueden ser completamente distintas dependiendo de los hábitos de quienes las habitan.
En 1KOMMA5°, queremos ayudarte a reducir tu consumo energético con estos 10 consejos para ahorrar energía.
Dejando entrar la luz del sol en tu casa ahorrarás en luz (valga la redundancia) y en calefacción así que, cuando el sol entre en tu casa, abre cortinas y persianas. Además, está demostrado que la luz solar favorece también tu salud mental y física, reduciendo la irritabilidad, mejorando la salud visual y el rendimiento cognitivo y mejorando los ritmos circadianos, entre muchos otros beneficios.
Por otro lado, y aunque parece obvio, no olvides apagar las luces al salir de una estancia, incluso aunque vayas a volver pronto.
Aunque los aparatos electrónicos estén apagados, a veces no están apagados. No nos hemos vuelto locos, vamos a ponerte un ejemplo que seguro que entiendes: cuando apagas la televisión, sigue habiendo una lucecita roja encendida. Esto es porque no está apagada, sino que está en stand by y durante ese tiempo tus electrodomésticos también están consumiendo. De hecho, puede representar hasta el 75% del consumo de esos electrodomésticos, y un 10% del consumo total de tu casa.
¿Quieres evitar este gasto? Desconecta los aparatos por completo. Una forma cómoda de hacerlo es poner regletas en todos los enchufes en los que hay electrodomésticos enchufados, y así sólo tendrás que apagarlos con el interruptor sin tener que desenchufarlos.
Tapa las sartenes y ollas y evita abrir el horno innecesariamente para que no se escape el calor. También puedes aprovechar el calor residual del horno y de la vitrocerámica. Como estos no pierden el calor de forma instantánea puedes apagarlos 5-10 minutos antes de terminar lo que estás cocinando y ahorrar energía.
Llena la lavadora y el lavavajillas antes de ponerlos en marcha para hacer la menor cantidad posible de lavados. Si tienen un modo “eco” aprovéchalo y si no, ten en cuenta que el 80% de la energía se usa para calentar el agua, así que mejor lavar en frío. En el caso de la ropa esto te va a permitir además mezclar ropa oscura con ropa clara porque es más difícil que destiña.
Para ahorrar energía siempre es mejor también usar un tendedero en vez de una secadora. Además, esto alargará la vida de algunas prendas porque hay tejidos, como el algodón o el lino, que se estropean a altas temperaturas. Y, cuanto más te dure la ropa, menos a menudo tendrás que reponerla y, por lo tanto, también estarás ayudando al medioambiente.
Cuando te preguntas cómo ahorrar energía, y como ya te dejábamos entrever antes, la energía que usas para calentar el agua de tus electrodomésticos es una de las primeras cosas que tienes que controlar. Calentar el agua de la plancha también consume energía y, con algunos trucos, puedes evitarlo. Por ejemplo, muchas prendas se quedarán bien si las cuelgas en cuanto termine la lavadora.
Para las prendas que sí necesitan un planchado, lo mejor es ordenarlas antes de ponerte manos a la obra. Plancha primero las que necesitan mucho planchado y, para las que sólo necesitan un repaso desconecta la plancha y usa el calor residual.
Por otro lado, con lo que cuesta sacar las ganas de planchar, hazlo todo de golpe porque tú lo agradecerás y tu factura de la luz también y es que no cuesta lo mismo calentar la plancha una vez que dos.
Desde el Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía recomiendan que, siempre que sea posible, ajustemos el termostato de nuestra vivienda a 20-21ºC. Por cada grado que aumentemos esta temperatura gastaremos un 7% más de energía así que, antes de girar la ruedita porque tienes frío, piensa si no te compensa más ponerte una sudadera. Por la noche, mejor apagar la calefacción o el aire acondicionado.
Sin embargo, hay formas de mantener la temperatura de tu hogar sin estar constantemente gastando energía. En invierno, por ejemplo, pon alfombras y cortinas opacas para mantener el calor. Los radiadores, mejor si están debajo de las ventanas, para calentar el aire que entra. En verano, y como te decíamos antes, aprovecha la luz del Sol, así evitarás encender luces que emitan calor. Ventila mejor por la mañana, cuando la temperatura todavía no es muy alta.
De todos los electrodomésticos de tu hogar, es muy probable que la nevera sea el que más energía gaste y por eso es importante mantenerla en las condiciones óptimas. Asegúrate de que está bien cerrada y que la goma que hay en la puerta está en buen estado porque es la que se ocupa de cerrarla herméticamente. Si tu congelador no es no frost, descongélalo con frecuencia porque la escarcha genera un aislamiento que aumenta significativamente el consumo. Y por último, te recomendamos limpiar el serpentín una vez al año.
En cuanto a la temperatura ideal, nosotros te recomendamos que la de la nevera sea de entre 3 y 7ºC, y la del congelador de –20ºC. Y, cuando pita porque lleva mucho rato abierta, hazle caso que te está avisando de que está perdiendo frío.
Y, por supuesto, si tienes que invertir en un electrodoméstico con una mayor eficiencia energética, sin ninguna duda empieza por la nevera.
Sabemos lo agradable que es una ducha con agua caliente en invierno, pero cuanto más corta sea, mejor. No sólo porque ahorrarás energía, sino porque tu piel te lo agradecerá ya que el agua muy caliente la reseca.
Por otro lado, si quieres mejorar la eficiencia de tu vivienda, un pequeño cambio que puede marcar una gran diferencia es el de instalar grifos termostáticos para sustituir los grifos monomando. De esta forma, tendrás una temperatura y caudal constantes, incluso aunque otra persona abra un grifo en otra parte de la casa, evitando así gastar más energía y agua de la necesaria.
No sirve de nada que dediques un montón de esfuerzos en pensar cómo ahorrar energía, si no revisas que los aparatos que gastan dichas energía están en buen estado. Un aparato electrónico en mal estado puede llegar a disparar considerablemente la luz. Ya te lo decíamos cuando hablábamos de la nevera, pero lo cierto es que, en general, hay que revisar que todo lo que enchufamos a la corriente está en buen estado, no sólo por ahorrar luz, sino también por seguridad.
Te hemos mencionado ya varias veces las muchas formas en las que el sol nos ayuda a ahorrar energía pero, si de verdad quieres notar un descenso en tu factura de la luz, instalar un sistema de placas solares es en muchos casos la mejor opción. Hablamos de un ahorro que puede llegar hasta el 70% (hasta el 90% con baterías).
E, igual que os decíamos al principio, también con las placas solares se aplica esa norma de que dos casas iguales, con dos sistemas iguales, pueden tener facturas muy diferentes. El secreto está en saber cómo sacar el mayor provecho a tus paneles solares para ahorrar energía con algunos pequeños trucos. Por ejemplo, que cuando hagas las tareas del hogar las hagas de una en una, no pongas todos los electrodomésticos a la vez, para asegurarte de que siempre usas energía gratis. Además, desde la aplicación que tienes para monitorizar tu consumo podrás ver las horas en las que tus placas generan más energía, así que puedes concentrar estas tareas en esas franjas horarias.
Si instalas tu sistema fotovoltaico con 1KOMMA5° tendrás una aplicación con la que monitorizar tu consumo y desarrollar hábitos que te permitan ahorrar energía y llevar tu factura de luz al precio mínimo posible. ¿Quieres saber más? Pide tu presupuesto gratuito y sin compromiso con 1KOMMA5°.