Una instalación fotovoltaica para empresas se amortiza en un periodo de entre 2 y 6 años. Hay varios factores que influyen en el tiempo de amortización. El más importante es la relación entre el consumo y el tamaño de la instalación.
El periodo de amortización puede reducirse si se obtienen los las ayudas y subvenciones que existen actualmente para la fotovoltaica, o si se escoge una suministradora con buenos contratos de autoconsumo. También varía según nuestros hábitos. Si adaptamos nuestras acciones a nuestra producción, se aprovecha la energía solar al máximo. Los hábitos tienen un gran impacto a lo largo de los años.
Los componentes de la instalación fotovoltaica, como los paneles e inversores, han llegado a su precio más bajo y se han mantenido durante los últimos años. Consumir nuestra propia energía en lugar de comprarla de las grandes comercializadoras es hasta 10 veces más económico. Una vez que la instalación de autoconsumo quede amortizada, los paneles pueden producir energía gratis durante décadas.